La donación, que espera ser ampliada con cerca de medio millar de ejemplares más, consta de unos 60 libros y centenares de fichas, manuscritos y artículos literarios
La Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque ha recibido este martes una donación bibliográfica por parte de José Antonio Cerezo Aranda, director honorífico de la misma, quien ha cedido a dicha institución una parte de su archivo y biblioteca, referente a bibliografía y literatura erótica, la cual ha sido el objeto principal de sus estudios desde 1978.
Se trata, en concreto, de aproximadamente unos 60 libres, además de centenares de manuscritos, artículos y referencias literarias, así como miles de fichas en las que se detallan los asuntos y registros de sus estudios e investigaciones. Asimismo, ha querido hacer hincapié en que tiene la intención de ampliar dicha colección con cerca de 500 ejemplares más de su propiedad que se encuentran actualmente en Francia.
Rafael Llamas, alcalde de Montilla, ha agradecido la donación a José Antonio Cerezo, pues “detrás de toda donación hay una gran generosidad por parte de la persona, y que dona gran parte, no solamente material, sino también inmaterial de su trabajo”. “Gracias a esto va a perdurar y no se va a perder ese trabajo”, recordando que “cuántas cosas se pierden por no poder recopilarlas y no poder ponerlas a disposición de otras personas que seguramente vendrán y tendrán la posibilidad de continuar con el estudio”, ha agregado.
José Antonio Cerezo ha querido en primer lugar hacer un llamamiento para “favorecer las donaciones”, ya que “esta biblioteca se nutre fundamentalmente del núcleo principal de Manuel Ruiz Luque, que ha constituido esta magnifica biblioteca que es una referencia nacional, y sobre eso hay que tratar de mantener el nivel, aportando cosas que sean de interés para la misma”.
Asimismo, sobre su propia donación, ha explicado que a finales de los años 70 se puso a estudiar literatura erótica, “y éramos muy pocos los que lo investigábamos en Europa”, puntualizando que “este fichero es algo arqueológico y sirve para ver cómo se trabajaba antes del ordenador, y estos libros son todos libros raros, que tienen un interés, que no están en la biblioteca, y que son sobre bibliografía erótica fundamentalmente”.