Ayer arrancaron los actos que se sucederán a partir del mes de octubre, con motivo de la celebración de los 400 años de la imprenta en Montilla, con la entrega de premios del Concurso Escolar de Investigación y del Certamen de Dibujo en torno a la vinculación de Montilla con la cultura bibliográfica gracias a la temprana implantación de la imprenta en la localidad. El acto tuvo lugar en el Centro Cultural Alcalde Antonio Carpio, a las 20.30 h, organizado de manera conjunta por las delegaciones de Cultura y Educación.
En dicha cita se hizo entrega del premio en Investigación, que recayó en las alumnas Dulcenombre Arjona Bascón, Clara Ramírez Cobos y Alma Molina Moscoso, que cursan 2º de la ESO en el Colegio San Luis y San Ildefonso, que recibieron también varios ejemplares de su trabajo publicados en formato de libro, mientras que el colegio recibió un premio de 150€ para material y para la biblioteca del centro.
También tuvo lugar la inauguración del Certamen de Dibujo de los niños y niñas que han participado de 6º de primaria de los diferentes centros educativos de Montilla. Si bien el programa de actos de esta efeméride se desarrollará fundamentalmente entre los meses de octubre de 2022 y 2023, este es el primer adelanto de una celebración que pretende subrayar la pronta aparición de la imprenta moderna en la localidad y que supuso una de las revoluciones culturales más importantes de nuestra historia.
La imprenta en Montilla
A principios del XVII, aún no eran muchas las ciudades que podían presumir de tener imprenta, entonces símbolo de la riqueza sociocultural de la localidad. En Montilla, circunstancia extraña en una ciudad de alrededor de 10.000 habitantes, se tiene constancia de que estaba ya desde 1622, cuando se imprime en Montilla «Corte en Aldea y Noches de Invierno», obra de Rodríguez Lobo escrita originalmente en portugués. Regentada por Juan Bautista de Morales, durante varios años llegaron a convivir dos imprentas en la localidad.
En 2022 se celebra el IV centenario de esta impresión con un programa de actividades sobre todo a partir del otoño, para poner de manifiesto la trayectoria de este invento en nuestra ciudad.
Ideada por Johannes Gutemberg hacia 1440, la imprenta con tipos móviles constituyó la evolución de la mentalidad medieval hacia el Renacimiento. Su primera manifestación, fruto del tesón del orfebre alemán, fue la Biblia de 42 líneas.
Algo más tarde que en otros países europeos, la imprenta llegó a España en el último tercio del siglo XV. En 1472, bajo el impulso del Obispado de Segovia, el impresor Johannes Párix se instala en esta ciudad castellana, imprimiéndose ese mismo año el Sinodal de Aguilafuente, considerado el primer incunable en español. Ciudades como Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza o Burgos ven aparecer sus primeras imprentas durante el siglo XV.